«Que la vida es una sucesión de momentos y depende de ti cómo los vivas.» Marca Perú
Hace unas semanas me dejé los pulmones, el alma y la vida en un concierto. El cantante se dejaba la voz, los músicos los dedos, los técnicos las luces, y todos los que allí lo presenciábamos no podíamos sino hacernos eco de semejante espectáculo. Formidable.
-Necesitamos estos subidones de vez en cuando. – pensaba yo en la vuelta a casa.
¿Os imagináis tener cada día, al menos, una de esas descargas de adrenalina? No hablo de música ni conciertos ya, hablo de aquello que a cada uno nos pone a temblar, de aquello que nos recorre las venas y cruza nuestro cuerpo de norte a sur para acabar plasmado en nuestra sonrisa y brillándonos en los ojos. Hablo de olvidarte de sentir y padecer, de qué hora es, del hambre, el frío o el calor; de esa hipnosis que nos produce aquello que nos chifla, de su magia, de su atracción.
Hablo de la pasión. Hablo de hacer cada día aquello que te apasione.
¿Sería mágico verdad? Tocar el cielo todos los días, vivir en la descoordinación sensorial de no saber más que el instante que estás viviendo, de explotar el mundo exterior y hacerlo lo mejor posible. Hablo de la concentración, de la excelencia, de que duela pero no se sienta, de que ames y sigas y consigas y crees.
Decía Steve Jobs que todas las mañanas se preguntaba si quería hacer lo que tenía propuesto ese día y si la respuesta era no varios días seguidos pensaba en qué tenía que cambiar en su vida.
Es eso de lo que yo hablo. De hacer cada día algo con lo que estés contento, de decidir, de cambiar, de apostar por la pasión porque sólo de ella salen los mejores resultados, de trabajar, de creer, de crecer, de lograr.
¿Os imagináis un mundo apasionado?
suahuabs 