Escrivivo

Escribo para contar lo que me desvive el alma, para sacar lo que se enquista dentro, para que el ajetreo de teclas calme la violencia estridente de un corazón que no apacigua. Escribo por empatía, para dar voz a aquellos que aún no se han decidido a apuntar su ser con tinta y dejarse apuñalar en un papel, para mirar al frente cada amanecer y levantar la vista. Escribo porque me lo pide el cuerpo, porque callar no es una opción a mi alcance.

Escribo por miedo, por valentía, por necesidad.

Escribir es como tejer una manta en invierno.

Escribo para coserme.

Escribir es añorar el verano, desear la primavera, suspirar por los otoños, alargar las noches, cerrar los ojos, embellecer los días.

Escribo porque me pirra, porque me apetece.

Escribo porque disfruto.

Escribo para demostrar que cada instante puede ser un abrazo del viento, para reivindicar que quien lleva un sol dentro crea mundos eternos, para encontrar margaritas en los túneles y girasoles en la sombra, para descubrir lugares perdidos, para maravillarme, para respirar.

Escribo porque si no, reviento.

Escribo porque escribir es como bailar, es crear tangos de letras, vals de suspiros, twists rítmicos en los que se cruzan las miradas.

Escribo porque nunca supe seguirte los pies pero siempre me gustó mirarte, porque tu cuerpo tibio tambaleándose se asemeja a la suave cadencia de mis dedos contándote, escudriñándote, besándote en la distancia con sólo cerrar los párpados, siguiendo con la mirada tu baile existencial.

Escribo porque te vas, porque vienes, porque voy, aparezco, porque soy, porque siento.

Porque el mundo es un lugar hostil y amable, blanco y negro, A y B, yin y yan.

Escribo para crear sobre la marcha el guión de este teatro sin apuntador en el estreno.

Escribo para sobrevivir de puntillas sobre la cuerda floja de este circo en directo.

¿Escribo?

Escrivivo.

@suahuabs

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