Llegaremos a tiempo

-No puedo más.

-¿Qué te pasa?

-¿No los ves? Ahí abajo, sobre mi piel, tragando el humo que ellos mismos crean, bebiendo agua sucia, enfermando. Se crean enfermedades para inventarse después la cura. El estrés, ¿los has visto? La enfermedad de no tener tiempo para nada, pero el tiempo es lo único que tienen. Pensaba que habías creado animales inteligentes, pero ahí están, machándose cada día más.

Dios sonrió.

-No te enfades. Por encima de todo son animales emocionales. Se quieren, se adoran. Fíjate ahí, esa familia, mira cómo juegan, qué delicia. Y mira ahí, se están casando, y ahí, se cuidan, y en ese otro lado, ¿ves la maestra? ¿Ves cómo los mira y cómo la miran a ella? Esos ojos son de admiración pura, de cariño del más dulce.

-Pero no te engañes, son una minoría. Siempre se están peleando, han inventado la violencia y se maltratan ¿ves sus noticias? Mujeres, niños y hombres muertos cada día, víctimas de su propia especie.

-¿Por qué ves tú sus noticias? ¿No son tus ojos más grandes? No intentes engañarme que nosotros los vemos por encima, las noticias lo son porque son la excepción. Pero los humanos se quieren. Para ser felices necesitan el amor.

-¿Pero y la historia? Las guerras, las luchas de poder, la esclavitud. Siempre hay unos sometidos a otros. Ya sea por fuerza física, intelectual o por no poner en manos de todos el conocimiento. Mira África, mira Asia, mira Europa.

-Si miro África, Asia y Europa lo que veo son colores. Colores de piel y de vestimenta, colores de costumbres: cantos, arquitectura, comida. ¡Cuánta belleza comparten! Todos tan iguales y tan distintos, y qué bonito cuando se juntan, cuando abren los ojos y miran desde el que tienen enfrente. Son seres bellísimos, mira la pintura, el baile, mira las conversaciones, las lenguas y sus matices, son maravillosos.

-¡Pero esa belleza no puede serlo si es a costa de otros!

-Pero no los juzgues tanto, van sobreviviendo, unos son mejores que otros, pero todos contribuyen con su presencia.

-¿Y los pobres? ¿Y los mendigos? ¿Y los niños olvidados? ¿Y los refugiados?

-¡Los cuidan! Fíjate bien. Personas que no se conocen de nada empatizan, y qué fuerza tienen entonces. Se juntan por una causa que les toca de cerca o no y colaboran, denuncian, aportan su dinero y su tiempo. Es solidaridad, sacan de donde casi no tienen siempre un poco para los demás. Es el amor, el verse iguales, el sentirse personas.

-¡Pero podrían hacerlo bien desde un principio y no tendrían que estar continuamente sufriendo y arreglando! ¿Has visto cómo está el mar de plástico? ¿has visto el agujero en la capa de ozono?

-¡Pero es que están vivos! Inventan, crean, se divierten, colaboran. Y cuando no sale bien lo arreglan. Lo del plástico fue una idea estupenda, es un material con tantos usos, nadie se lo habría imaginado nunca. Ahora sólo necesitan más colaboración para reciclarlo ¿has visto ese invento? ¡Y la economía circular! Están evolucionando constantemente, no puedes pedirles que lo hagan todo bien a la primera.

-Pero solo evolucionan unos pocos. Internet, por ejemplo, la herramienta del siglo por antonomasia. Y se dedican a insultarse en redes sociales, a enchufarse a los ordenadores y perderse los días de lluvia y de sol, a traficar en la deepweb.

-No son pocos. Muchos, aunque cada vez menos, hablan conmigo, me cuentan sus pequeñas cosas, sus trofeos y sus miedos. ¿Y sabes qué? Son tan bonitas sus almas, no puedes reducirlos a lo que se ve de ellos, están siempre preocupados por otro, por su entorno, se cuestionan y quieren el bien.

-Pues que lo hagan.

-No es tan fácil. No todos tienen acceso a todo.

-¿Ves? ¿Y quién les ha quitado ese acceso? Ellos mismos, sus propios compañeros. Nadie tendría que salvarlos si otro no hubiera creado un mal.

-Pero no siempre es intencionado.

-Pero ¿y qué? No puedo más. Meten su basura, sus toneladas de residuos bajo mi piel, echan humo constantemente, talan los árboles que les dan oxígeno. Todo tenía un sentido, un hueco y un papel hasta que ellos cogieron las riendas de sus masas. Están jugando a ser yo y están jugando a ser tú. Pero no puede ser, porque no tienen ni idea, para crear hay que conocer y que amar, no tienen tanto tiempo y a veces no lo comprenden.

-Pero escriben, y así se pasan el conocimiento de unos a otros, no hay que inventarlo todo todo el rato, progresan subiéndose a los hombros de los que estuvieron antes que ellos.

-Pero ¿de qué les sirve el progreso por el progreso? Se están matando. Los que no tienen hambre tienen pena, los que no tienen pena tienen sed, los que no tienen sed de agua tienen sed de vida.

-Pero son humanos. Son animales en el fondo, no puedes pedirles la perfección.

-¡Pero van a acabar con ellos y con todas las demás especies! Industrializan animales y plantas, y la mitad de la producción la desechan. Talan bosques e importan madera. Secan ríos y se mueren sin agua. Contaminan playas y fondos y comen pescado.

-Pero son más que la producción de sus cosas. Son amor, son arte y son cultura.

-Pero a este ritmo cada vez menos. Cada vez son menos conscientes ¿no los ves? Cada vez son menos hermanos, se están volviendo locos.

-No estoy de acuerdo, cada vez tienen más conocimiento, cada vez se organizan más, cada vez son más conscientes y democratizan más. Cada vez conocen más los errores de su pasado y rectifican.

-Pero unos pocos. Son mejores los que se educan, a los que les llega la información.

-Y cada vez son más.

-Pero yo no puedo más.

-Perdónalos. Cambiarán, están continuamente haciéndolo.

-Pero no hiciste a los elementos tan fuertes. Están sucios y dolidos con estos animales, van a explotar.

-Que esperen, están en marcha, siempre han estado en marcha. Por el amor…

-Pero el amor no es suficiente, no así. Si no aman el lugar dónde viven, a los que les rodean, no va a poder sostenerlos más. ¿Por qué no hablas con ellos?

-Hablo con ellos siempre que se acercan a mí, pero no puedo ir a buscarlos, tienen que acercarse primero, tienen que tener voluntad de escucharme.

-¡Ves! Tampoco escuchan. ¡Se creen dueños de tu papel y el mío!

-Tú también eres mía.

-Pero me diste libertad.

-A ellos también.

-Y esto es lo que hacen ¿no habría que darles una lección?

-¿A quién? Cuando te desatas, con cada huracán y cada terremoto, con cada volcán y cada tsunami, mueren miles de personas que tienen sus seres queridos, que no tienen la culpa de lo que todos como humanidad te hacen.

-Pero se asustan y tienen más cuidado. Si ellos me agreden yo respondo. Y a veces lo hacen tan fuerte, cada vez son más cansinos en sus intentos, que un día, va a haber una tragedia…

-Perdónalos.

-A veces no puedo, yo también soy emocional, pero los odio más que los quiero.

-No me digas eso, es imposible odiarlos, míralos…

-Estás enamorado, no se puede discutir contigo.

-Tal vez. También estoy enamorado de ti, de tus formas y paisajes, de tus noches y tus días, tú también sabes de arte y de vida.

-Yo sé más de vida que ellos, tengo mucha más, ellos sólo son una especie que me habita. ¿No te da pena lo que me hacen? ¿No te da rabia? A veces, es necesario que haya inocentes para que todos aprendan.

-Pero eso no son formas.

-Pero ¿y cómo pretendes llegar a ellos entonces? Si ya no te hablan, algunos aseguran haberte matado hace unos siglos. No nos van a escuchar si no hacemos algo, y yo no puedo más.

-Llego a ellos en el amor. A veces, los que más me quieren no me conocen y los que me conocen, o creen hacerlo, se llenan de poder y olvidan que lo importante fue siempre el amor. Por eso, cada vez es más importante el humanismo, porque con el humanismo me quieren aunque no me conozcan, el humanismo puede estar ligado a cualquier creencia pero une a todos en una cosa: el amor a las demás personas y por ende a su entorno. No quiero ser invisible, y creo que me necesitan, pero mientras haya humanistas, mientras se quieran con sus errores, el mundo será cada vez mejor. Esa es la clave. El humanismo puede ser racional y terreno y eso los ayuda a entenderlo. Yo prefiero sus cuentos y oraciones, contarles los misterios al oído, llenarles el corazón de pasión, yo quiero que me conozcan y tengan convicción. Pero mientras haya humanistas hay esperanza.

-Te has hecho ateo.

Dios frunce el ceño.

-No me he hecho ateo.

-Has perdido el control sobre tus criaturas.

-Nunca lo tuve. Les di la libertad.

-Les diste la libertad de olvidarte y lo han hecho.

-También se han olvidado de ti.

-Lo sé. Por eso quiero que me oigan, que sepan quién soy. Y si hay que volver atrás en su progreso, que vuelvan. Pero tienen una casa y no pueden maltratarla sin consecuencias.

-Pero no seas así, no todos se lo merecen.

-Que se informen.

-Pero si tú también los adoras…

-Cada vez hay menos, cada vez se miran menos a los ojos. Unos pocos y la pasividad de millones los están condenando a todos. Yo voy a sobrevivir. Basta ya de amor romántico, quiero saltar antes de cocerme en la olla, no quiero que me asesinen.

-Pero dales tiempo, están arreglando sus errores, cada vez más y mejor.

-Pues que se den prisa…

-Pero perdónalos.

-No se puede perdonar todo, ya no puedo.

-¿Y los inocentes? ¿los enamorados? ¿los que viven?

-Que se informen y que amen, que me cuiden.

-¿Y los perdonas?

-Depende.

-Voy a decírselo.

-¡Pero si no te escuchan!

-Son animales emocionales, ¡sienten! ¡me sienten aunque no me escuchen!

-Están demasiado perdidos, no llegarán.

-Sí lo harán, vencen siempre. Son supervivientes. Se matarán una y mil veces, pero siempre habrá quién observe de lejos y guíe al resto. Siempre hay quien conoce el amor y ama, y por ello guía. El mundo es una maravilla, ellos lo crean, lo miran y lo interpretan, y por eso es una maravilla. Cuando todo sea gris, siempre habrá una puerta por la que salga luz, una voz cantando una canción.

-Cuando sólo queden unos pocos, volverán a esa esencia, mientras no la entienden.

-Sí, la llevan en el fondo de su corazón.

-Demasiado al fondo, y la tapan con tantas cosas… Yo no puedo más.

-Te demostrarán que pueden, dales tiempo.

-Se les acaba, no puedo sacrificar todo lo que tengo por tu maldita especie emocional.

-Aguanta, se van a unir, ya verás, lo lograrán.

-Les queda poco, tienen que eliminar ese egoísmo.

-Ya trabajan en ello, lo que parece moderno es sólo una forma de hacer lo mismo. Siempre se equilibran.

-Tic tac

-Perdónalos. Llegarán.

-Sólo tú puedes perdonar eternamente.

Y la tierra no atendió a más razones.

(¿Llegaremos a tiempo?)

@suahuabs