Porque ya no me hace falta valor

Siempre había parecido una chica como las demás, pero no lo era. Estaba segura de que no lo era. Intentaba esconderlo con todas sus fuerzas pero cada vez era más complicado, cada vez le molestaba más, cada vez era más difícil ignorar aquellos pollitos que le habían nacido en la cabeza. Todo había empezado conSigue leyendo «Porque ya no me hace falta valor»

Miradas que atraen

Los romanos conquistaron el mundo caminando. A mí me gusta mucho caminar. Madrid me gusta recorrerla de arriba a abajo y saber cómo se unen los barrios, cómo fluyen los distintos tipos de edificios y de personas, cómo la ciudad se transforma en unas y otras zonas. Me gusta. Cuando voy de viaje me pasaSigue leyendo «Miradas que atraen»

Cada mañana y frente al espejo del alma

Sonrío mucho cuando mis ojos se posan sobre el cariño. Hoy he visto a una pareja besarse levemente en el metro. Jóvenes pero mayores que yo, a él le veía la cara, sonriente, dulce, ella estaba de espaldas a mí. Se iban de viaje he supuesto, cada uno tenía una maleta igual de grande, él llevabaSigue leyendo «Cada mañana y frente al espejo del alma»

El alma que hablar puede con los ojos

«El alma que hablar puede con los ojos, también puede besar con la mirada» Gustavo Adolfo Becquer – – – Conocer a una persona requiere el aprendizaje sutil del exterior de la armadura para colarse por los huecos y abrirla, voluntariamente, desde dentro. Escuchar mucho, ojos que se hablan, miradas recíprocas, instantes exactos para posarlasSigue leyendo «El alma que hablar puede con los ojos»

Una mujer 100%

“No eres amigo de la lógica. Actúas sin pensar y sigues tu intuición. Eres muy bueno poniéndote en el lugar de los demás. Como persona comunicativa que eres, puedes contarlo todo. Y esto te ayuda a no reprimir la ira. Adoptas con desgana la posición de liderazgo. Pero eres la persona que mantiene unido aSigue leyendo «Una mujer 100%»

Libertad es nombre de mujer

Libertad era su mirada. Libre era su espíritu, su día a día, su quehacer. Era como un pájaro. Un día aquí otro allá, o siempre en el mismo sitio. Tenía una voluntad de hierro, los ojos muy oscuros y el cabello ensortijado y siempre revuelto. Vivía. Sí, vivía. Algunos dicen que lo que corría porSigue leyendo «Libertad es nombre de mujer»